Una cabeza ind'igena sobre la mesa, invitando a un banquete inmenso de tejidos blandos. asimetrica, vuelve la est'etica del mundo un tanto alrev'es, tiene miedo de perder tanta memoria en el sangrado. mas pluma que pelo, la cabeza misma se confunde entre volar y pensar. y termina pensando en lo volado. como algo congelado en una pausa larga como el tiempo, sucediendo al mismo momento que cuando pasa nada. cabeza con alma salada que encabeza el fest'in de su cuerpo destrozado, drenado, adobado... buen provecho a la conciencia, con quien comparto la mesa, dando soporte a un extranho, un cuerpo desparramado, adornado con cabeza.

Empieza.
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