lunes

Sobre mirar a los ojos.

Se acerca, estás nervioso, te agarra la barbilla y tú sabes que por ahí quizás viene el primer beso… el beso ese que le abre las puertas a un gradiente de confianza nuevo que te permite permitirte agarrarle el hombro, o sobarle el pelo, y después repetir el beso mil veces hasta que se dé el momento de convertir la amistad en otra cosa o consumirse entre sì hasta terminar con todo. Todo esto describe el mejor de los casos…

Pero... hay un minuto crítico que puede convertir este evento en una espera indefinida con resultado en la nada. En mi caso, ese minuto lo define la humilde petición (y digo humilde, porque todos tienen derecho a exigir algo como esto) de mirar a los ojos.

Cuando apenas conoces a la persona, te guste o no, eso de mirar a los ojos convierte la emoción en un salón de escuela elemental, y la voz dulce de ese ser que está al frente tuyo se convierte a su vez en una maestra desconocida pidiéndote explicaciones por algo que tú no hiciste. Odio ese momento. Cuando una persona no puede creer en tu palabra si no lo miras a los ojos..

Pero , ¿qué carajos te hace pensar que tendríamos más conexión espiritual o física o mental o esotérica si nos miramos a los ojos? Al menos para una persona como yo, mirar a los ojos compromete mi seguridad al punto de que puedo tirar a la mierda el momento, voltear e irme.

Y es que todo aquel que me conoce, sabe que la mitad de mi vida he trabajado con animales. En las clìnicas veterinarias, en los establos de caballos y hasta con las gallinas el mirar a los ojos es fatal. ¿por qué? , porque la naturaleza es tan complicada que hizo a los animales receptivos a las miradas a los ojos. Se entiende que el animal lo interpreta como símbolo de peligro, ya que por lo general es el depredador quien estudia a la presa y en este estudio, sucede la inminente búsqueda del miedo y el depredador mira a los ojos para premeditar el movimiento y el nerviosismo de la presa. Así que me acostumbré a no mirar a los ojos para poder manejar a los animales, además de que cuando era chiquita, y me regañaban, mi papá siempre me obligaba a mirarle a los ojos y era la peor sensación del mundo.

Ahora bien…Si nos comparamos con el resto de los animales, en nuestra danza de cortejo quizás se exige el mirar a los ojos con motivo depredador también. Pero entonces igual no lo justificaría porque a la primera que un tipo me tire la labia y me pida que le mire a los ojos, me imaginaré que se me quiere lanzar encima y devorarme la barriga y los brazos. Y eso de que uno mira a los ojos cuando dice la verdad, es mierda. Porque yo he sabido actuar perfectamente y meter los embustes más grandes de mi vida mirando a los ojos con sabiduría. (como cuando le dije a un jefe una vez que me iba a cuidar a mi hermana a Texas porque la iban a operar y me fui para Argentina con mi ex).

Finalmente, quizás mi lazy eye me brinda bastante inseguridad también al momento de mirar a los ojos. Pero igual, pienso que es la manera más mierda de empezar una buena conversación o terminarla. El que no mire a alguien a los ojos no significa que no estoy prestando atención, o que no esté diciendo la verdad… quizás estoy internalizando lo que me dices o mejor aún, planeando a donde llevarte después y que cosas perversas hacer contigo. Así que no lo jodas pidiéndome eso.

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