martes

a Quiroga, por sus múltiples muertes.

Helio en el pecho,
un baile de palomas en andanza de muerte en una plaza en suramérica a las 12 del día.
El balét de la vida a cappella, tanto silencio que se escucha una pluma caer.
Mira él, desde la banqueta, el diario vivir de la gente y las mil marionetas que hacen al volver.

y le da lástima la prisa, los perfumes, las modas, la violencia del caminar, el periódico soltando hojas con el viento, el sonido de las gomas de los carros pintando la carretera con el residuo de la lluvia que todavia huele... le da lástima el teléfono de la gente que espera escuchar lo que nunca escucha, le da lástima la lucha interna de las mujeres y d elos hombres y de los animales y de las moscas del zafacón y del sonido de las puertas y los gritos lejanos...

Melancolía... quizás una tarde se muera con él,
pero mientras viva...
un corazón palpita en las venas de las imágenes mediocres de una maldita plaza.
todo lo que nadie vé,
todo aquel que se siente invisible mientras cruza o pasa...
todo sonido de cualquier insignificante cosa,
es parte del carnaval basuresco que sólo él admira.

y aunque lo odie, le asquee, le de ganas de matarse...
prefiere admirarle todos los días..
quizás con la creencia de ser superior,
de mirar de lejos sin ser parte de la estampida...

nuestro hombre al caminar arrastra la vida..
nosotros al correr la pretendemos vivida.

siempre es igual.

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