viernes

Opiato

Endulzado el cerebelo en cámara lenta un rato.. seducido por el sueño y el vivirse dormido frente a sí mismo en el cuarto... Cuatro abrazos del viento el abanico me adora y le alcanzo, soy elástica vida, materia en desplazo, extiendo una mano a la puerta, la cierro mil veces y mil veces la abro..
Soy eterna en cuatro paredes
que me ven limitarme al tacto
de lo que no se mueve al mismo tiempo que lo veo moverse tras mis párpados.. soy de piedra y extra sensitiva a la vez.. me sonríen los oídos y la boca respira.. tengo latidos de alma en mis sienes y encías, circula por mi frente un planeta que nadie sabe que existía.
Soy potente puedo apagar la luz o tapar el sol si parpadeo, soy enorme, puedo hundirme en esta cama hasta quedar sentada, de nuevo.. por debajo y a la vez por encima de cada sábana.
Siento todo.. como amanece cada 20 segundos que casi me muevo, como muerte chiquita que me revive de un sueño, me vuelvo violeta y respiro de nuevo.

Tú no lo entiendes pero está bien.

en lo menos que pienso es en que alguien me entienda. Me permito el minuto para sentir las piernas, esconderlas de tu aire entre mi frisa estéril, esconderme de tu aire que reciclas todo el tiempo, esconderme de tu aire que es un conjunto de alientos de orificios animales que inhalan y exhalan sedimento, me escondo de lo viejo y sucio de tu crítica de tus lamentos de tus penas y tu inseguridad como humano como rata como excremento, me escondo porque yo puedo, porque tengo escondite y estoy aquí adentro, donde tú no llegas ni te imaginas lo que se siente tener la valentía de tratar de llegar y saber lo que siento.

Tú no entiendes, y yo no desperdicio ni un segundo de mi tiempo, en esperar que me entiendas. porque es tiempo muerto, y aunque viva poco, vivo mucho.
Me escondo porque acá adentro el aire es limpio sin tí.
me escondo por que aunque cobarde, muero de asfixia pero feliz.


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