martes

Días como hoy, pareciera que una mano hecha d enubes congeló con un puño veintinuevemil pájaros negros sobre mí. y con los pájaros, mis pasos.. y ando en mi plegaria congelada en el camino devorándome las manos, por no poder arrancar aunque fuera en pedazos, los huesos de mis pies sembrados.

Somos una pieza el planeta y yo, unidos por hielo improvisado.. como estatua plástica que se derrite en la brea bajo un sol que calienta una vez al año.

Pareciera este día también, como una palabra afónica reflejada en la neblina..
de tanto haber gritado el desespero,
cae la voz donde se hace hielo,
también, como estalactita.
y como el cuento del árbol que nadie escucha cuando se desploma donde nadie habita...
dejé de gritar por auxilio
el congelamiento me volvió suicida.

y empecé a responderme a mí misma a mitad de cada pregunta.
Cuán predecible me he vuelto ante la yo que no conocía?
cuándo pasará algo, si mi único cuándo es nunca?
para qué voy a gritar de nuevo, si son más gritos los que mi boca aspira?
para qué sobrevivir y completar mi ruta,
para quién recobrar el aliento,
dónde descansaría mi cuerpo si el hielo se derrite y regreso a la vida?


tanto pareciera este día.. como un sangrado de nariz.. rodeando boca, cuello y pecho como busto de prócer decapitado.. días como hoy... los pájaros congelados hacen fiesta..


y la nieve que cae, es mierda.

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